Salud o Belleza. Conoce las Diferentes Especialidades de la Dermatología
Julio 14, 2017
Los primeros registros de la dermatología aparecen en el siglo XIX; sin embargo, desde tiempos remotos el ser humano ha estado consciente de que su piel necesita cuidado, protección y algún remedio curativo para su afección, por lo que, desde entonces, ya conocía métodos que le permitiese tratar enfermedades y proteger su piel de los factores ambientales que la agredían.
La dermatología es una ciencia médica que trata el cuidado de la piel; se subdivide en diferentes especialidades dermatológicas. Su finalidad es estudiar la estructura epidérmica y sus funciones, con el fin de diagnosticar los problemas que puedan afectar su salud y su aspecto físico; así como también asignar los tratamientos que permitan curarla y preservarla. La dermatología se encarga, además, de curar enfermedades de la boca, el cabello, las uñas y las mucosas.
La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y está compuesto de millones de células y terminaciones nerviosas encargadas del sentido del tacto. En este sentido, la piel trabaja como una barrera defensora del cuerpo contra agentes externos que intentan lesionar nuestro organismo. A pesar de que la piel está formada por diferentes capas, es susceptible al medio ambiente, pues se ve expuesta a factores que la irritan e inflaman, y estos, a su vez, originan una variedad de síntomas como enrojecimiento, ardor y picazón. Las estructuras que conforman la piel, como las glándulas sebáceas y sudoríparas, también son afectadas por agentes dañinos que se hallan en el ambiente.
La dermatología se ocupa del cuidado y tratamiento de la piel, tanto sana como enferma, mediante la cura, prevención y diagnóstico de cualquier peculiaridad que presente. La dermatología engloba enfermedades cutáneas primarias, así como también enfermedades sistémicas de mayor grado. Las enfermedades cutáneas, al ser visibles en la piel, repercuten psicológicamente en el ser humano afectando la percepción de cómo se ven a sí mismos y su relación con su entorno, como ocurre en los casos de personas que padecen psoriasis, urticaria, alopecia y acné.
Especialidades de la dermatología
La dermatología tiene fines tanto medicinales como estéticos, por tal motivo, su actividad está dividida en ramas o especializaciones sobre aspectos específicos de la piel; entre estas se encuentran la dermatología clínica, quirúrgica y estética, cuya función general es preservar la piel de imperfecciones.
La dermatología clínica se ocupa de las enfermedades de la piel que deben estudiarse microscópicamente Entre ellas se encuentran la dermatitis (inflamación de la piel), las infecciones causadas por hongos, levadura o la tinea multicolor, el vitíligo, el acné, los melanomas y el cáncer de piel. Específicamente, la función que tiene la dermatología clínica sobre la piel es protegerla contra agentes físicos, químicos, radiaciones, virus, hongos y bacterias.
Existen alrededor de mil quinientos tipos distintos de erupciones y tumores de piel. La dermatología clínica estudia, en gran medida, estas enfermedades de acuerdo con su apariencia, distribución en el cuerpo y su comportamiento a lo largo del tiempo. Con un diagnóstico preciso de los pacientes a través del análisis o estudios de biopsias en la piel, se aplicará el tratamiento correspondiente para la preservación o la recuperación de la normalidad cutánea, además de implementar medidas de prevención ante futuras complicaciones.
En la
dermatología clínica, los tratamientos para enfermedades leves son tratadas mediante la aplicación local de tópicos como ungüentos, cremas y lociones. Afecciones dermatológicas más graves requieren adicionalmente medicamentos sistémicos como comprimidos, antibióticos o medios parecidos. El uso de láseres son también una vía para los tratamientos clínicos de la piel.
Los tratamientos de dermatología clínica están dirigidos a condiciones dermatológicas frecuentes, como el acné vulgar, la rosácea, psoriasis, vitíligo, melasma, dermatitis y micosis cutánea; asimismo, la dermatología infantil, como la dermatitis atópica, los moluscos contagiosos, verrugas, escabiosis, pediculosis capitis (piojo), dermatitis de pañal; y alteraciones de uñas y cabello.
Otra de las especialidades dermatológicas aplicadas es la
dermatología quirúrgica, la cual consiste en tratar las enfermedades y condiciones más complejas y avanzadas de la piel mediante cirugías. Las principales funciones de este tratamiento incluyen la extirpación de lesiones tanto benignas como malignas. Con la cirugía se puede detectar más a fondo la extensión de las lesiones malignas, como en el caso de los tumores, y determinar si quedan o no células cancerosas alrededor.
La dermatología quirúrgica procede de la dermatología clínica cuando el tratamiento médico inicial fracasa o queda descartado, siendo implícita la necesidad de recurrir a la cirugía para un tratamiento más efectivo. La dermatología quirúrgica requiere de un especialista en dermatología ya que es quien posee un conocimiento previo de los aspectos histológicos de la lesión y sabrá con precisión cómo tratar la lesión cutánea, tanto las benignas y premalignas como las malignas; para ello, utilizará las técnicas más adecuadas que garantizarán la total extirpación del tejido afectado, sin perjudicar el tejido sano.
Los tratamientos de dermatología quirúrgica emplean técnicas más complejas y avanzadas mediante procedimientos como la extirpación de lesiones benignas antiestéticas, biopsias de piel, resección de lunares y tumores malignos, y aquellos propios de la dermatología, como la electrocauterización, crioterapia y manejo de rinofima. Los tratamientos quirúrgicos pueden ser realizados a través de la cirugía local ambulatoria o cirugía general con hospitalización, según sea el caso.
Por otro lado, la
dermatología estética está destinada a la restauración, mantenimiento o promoción de la belleza. La dermatología estética tiene como propósito mejorar el aspecto de la piel mediante técnicas que permiten corregir o retrasar el envejecimiento cutáneo y atenuar algún defecto físico o de higiene. Aunque para el cuidado de la belleza existen métodos sencillos y naturales como el uso de cremas y cosméticos, la dermatología estética amerita la intervención de prácticas más intensivas para tratar alteraciones como el acné o el exceso de vello, las cuales pueden ocasionar modificaciones en la piel y pequeños defectos estéticos a largo plazo.
La dermatología estética apunta a los trastornos de la piel que, aunque no son perjudiciales para la salud, afectan o desfiguran la apariencia. La mayoría de las personas tiene algún tipo de defecto cutáneo que adquiriere en el transcurso de su vida o al momento de su nacimiento; dentro de los defectos más comunes se encuentran las arrugas causadas por el envejecimiento o las manchas producto de los rayos solares. Estos defectos muchas veces son temporales, como en el caso del acné; o permanentes, como sucede con las cicatrices.
Los tratamientos de dermatología estética utilizan prácticas médicas de pequeña intervención, estas solo requieren anestesia tópica o local y son únicamente de carácter ambulatorio. Dependiendo de la condición de la piel y del resultado que desea obtener, los procedimientos aplicados en la dermatología estética incluyen: peeling, toxina botulínica, mesoterapia, láser CO2, nanoroller, láser diodo de depilación, plasma rico en plaquetas y ácido hialuriónico.
La dermatología está destinada a la salud y belleza de la piel; una intervención puntual en el tratamiento de la dermis garantiza una apariencia lozana y saludable. Si está en busca de un dermatólogo en la ciudad de Bogotá que le ofrezca una solución efectiva a su afección cutánea y, por tanto, una mejora significativa en su apariencia física no dude en contactarnos al
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