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Diferencias entre Bótox y Ácido Hialurónico: ¿Sabes Todo lo Que Deberías Sobre Ellos?

Abril 19, 2018

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La toxina botulínica y el ácido hialurónico son dos compuestos químicos muy famosos, muy solicitados y gozan de muy buena reputación en el mundo de la dermatología estética moderna. Tanto, que se convirtieron paulatinamente en un referente dentro de los tratamientos utilizados para el rejuvenecimiento de la piel y hoy por hoy son dos de las sustancias más empleadas y explotadas por los dermatólogos estéticos. La toxina botulínica fue descubierta en 1895 por el bacteriólogo y profesor belga Émile van Ermengem, quien halló una bacteria capaz de fabricar una proteína de la que se deriva la más poderosa sustancia neurotóxica conocida. El ácido hialurónico, por su parte, fue descubierto en 1934 por el farmacéutico alemán Karl Meyer, quien consiguió aislar este polisacárido tras identificarlo en las partes de algunos animales y de los humanos. Mientras que la toxina botulínica comenzó a usarse oficialmente en el ámbito cosmético desde 2002, el ácido hialurónico ya venía aplicándose en tratamientos de dermatología estética desde 1996. Si estás en Colombia y deseas recibir uno de estos tratamientos rejuvenecedores, en este blog te explicaré las diferencias más marcadas e importantes entre el ácido hialurónico y el bótox en Bogotá.
Diferencias entre bótox y el ácido hialurónico
Como he mencionado, ambos productos cuentan con gran aprobación por parte de profesionales del gremio, más que nada debido a su capacidad y efectividad para favorecer, facilitar y acelerar los procesos de rejuvenecimiento dermatológico. Esto ha hecho que hoy por hoy sean un recurso muy valioso al alcance de cualquier dermatólogo profesional, ya que están entre los recursos más solicitados por su efectividad y resultados comprobados. Por si fuera poco, gozan de gran fama por ser de los tratamientos más recurrentes entre los ricos y famosos, lo cual ha facilitado grandemente la difusión de sus propiedades y la ventaja que puede significar su aplicación en diversos casos. No obstante, es posible que muchas personas lleguen a confundirlos entre sí, sin conocer exactamente la función específica de cada uno y de qué manera deben ser aplicados según cada caso. Por ello, he creído conveniente especificar las diferencias más relevantes entre ambos compuestos químicos y sus métodos de aplicación.

Lo primero que debe tenerse presente acerca de las diferencias que existen entre ambos es que, aunque son compuestos totalmente diferentes con aplicaciones distintas, los dos están orientados hacia el rejuvenecimiento de la piel. Es decir, no debe confundirse la función de uno con la del otro, ya que mientras el ácido hialurónico funciona como un relleno para recuperar el volumen perdido de la piel y mejorar algunas de sus propiedades, la toxina botulínica es un paralizante de la función muscular de las zonas en las que se aplique, ya que es capaz de bloquear la acetilcolina, una sustancia química que regula la función de estos músculos a través de impulsos nerviosos.

BótoxLa toxina botulínica de aplica en dosis muy mínimas directamente en el músculo que se va a paralizar. Cuando un paciente se somete a este tratamiento, es el especialista quien determina cuáles son los puntos estratégicos en los que se deben aplicar las inyecciones y será él mismo quien las lleve a cabo. Luego de eso, el paciente puede retomar sus actividades cotidianas inmediatamente después de la aplicación del tratamiento y los efectos se harán notar en breve. Los músculos que se buscan paralizar con la toxina botulínica son aquellos que, al contraerse, remarcan y profundizan más las líneas de expresión ya existentes (líneas faciales hipercinéticas), que son las que dan pie a la aparición de nuevas arrugas. La toxina botulínica normalmente se emplea en diferentes partes como el área superior del rostro, la frente, el entrecejo y las patas de gallo, las arrugas de la nariz, algunas zonas del cuello, las comisuras de los labios y también para delinear el contorno de la cara y recolocar las cejas.

Ácido HialurónicoPor su parte, el ácido hialurónico representa la alternativa perfecta y menos riesgosa para rellenos faciales que busquen recuperar el volumen perdido de la piel y para combatir las arrugas, y es una de las opciones menos riesgosas, principalmente debido a que es una sustancia que de por sí es producida naturalmente por el cuerpo humano, con la función de retener agua, aportar hidratación y volumen. A medida que se desarrolla el proceso de envejecimiento, esta sustancia comienza a hacerse cada vez más escasa en el organismo, provocando la aparición de arrugas estáticas, que son las que generan en el rostro la apariencia de cansancio y deterioro. Al aplicarse por medio de microinyecciones, es posible reponer las reservas que el cuerpo haya perdido, lo cual permite remodelar formas y contornos del rostro y labios, otorgar volumen en las áreas desmejoradas por el proceso de envejecimiento, rellenar los surcos y las arrugas más profundas y visibles cuando el rostro está en reposo.

¿Cuál es la alternativa más conveniente para ti?

Seguramente, te estás preguntando cuál de estos tratamientos es el que deberías elegir. Como especialista en dermatología estética de vasta experiencia que lleva años aplicando a diferentes tipos de pacientes, te puedo decir que tanto la toxina botulínica como el ácido hialurónico en Bogotá tienen aplicaciones válidas, sus resultados han sido comprobados y están avalados por la efectividad que han demostrado en millones de casos alrededor del mundo, sin embargo, es prudente que dejes en manos del especialista la decisión sobre cuál tratamiento debe usar en ti y en qué momento exactamente debe hacerse. Esto, partiendo del principio de que todas las pieles no son iguales, todas las personas no envejecen de la misma manera ni al mismo ritmo, y cada persona presenta condiciones específicas, estéticas y de salud, según las cuales el médico decidirá cuál es el método más conveniente para aplicar.

Las alternativas que ofrece la dermatología actual para el rejuvenecimiento de la piel son muy diversas y satisfactorias; yo cuento con muchas más de las dos que te he descrito en este blog. Lo más importante es que pongas tu caso en manos del especialista para que sea él quien te oriente acerca de cuál es la más apropiada para ti. Si acudes a mi consulta y hablamos directamente, ya habrás dado el primer gran paso. Si deseas contactarme, no dudes en comunicarte al +57 1 7953782 o a través del formulario de contacto ubicado en esta página. ¡Te atenderemos en breve!
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